El veterinario Sócrates Merino Bravo, que el pasado mes de septiembre cumplió cien años, ha recibido el homenaje de sus compañeros del Colegio de Valladolid dentro del programa conmemorativo de la festividad de San Francisco de Asís, patrón de la profesión, al serle entregada la insignia distintiva y un diploma por parte del presidente de la corporación, Rufino Álamo.
Fue un nieto del galardonado el encargado de leer un texto con su biografía, recordando sus paso por diversas localidades de Valladolid, Palencia, Cantabria y Asturias, como veterinario titular, desde principios de la década de 1950 hasta su jubilación en 1993. Guarda un gran recuerdo de su paso por Llanes por la cabaña de vacuno, donde también se dedicó a la inseminación artificial, y tomó la palabra para asegurar que ha sido “muy feliz en la profesión” y que disfruta cultivando su huerto “al ver crecer las plantas”.
Rufino Álamo, tras dar la bienvenida a los más de cien asistentes, evocó a San Francisco como “símbolo universal” que trasciende lo religioso por su respeto a la naturaleza, a los animales ya la vida en todas sus formas, y señaló que el Colegio fue creado hace ahora 120 años “con unos fines de regulación de la profesión que son de sorprendente actualidad. Nuestra misión es servir a la sociedad con rigor científico, compromiso ético y vocación de servicio público”.
También se refirió a los grandes retos de la veterinaria actual, “porque el cambio climático afecta a la biodiversidad, a la producción agropecuaria, y ahí estamos para prevenir zoonosis, cuidar de la sanidad y el bienestar animal, la salud pública y la inocuidad alimentaria, proteger el medio natural y luchar contra las resistencias antimicrobianas. Estamos en primera línea de defensa frente a esos desafíos.
El acto, que tuvo lugar en el Hotel NH Ciudad de Valladolid y condujo la vicepresidenta colegial, Carmen Suárez, continuó con la entrega de insignias a Nicolás Aguado, por su medio siglo de colegiación, y a Alfredo López y Javier Llamazares por su jubilación.
Mejoras en producción animal
Este último, especialista en porcino, destacó como ha mejorado la situación del sector desde principios de los años 80, “cuando teníamos peste porcina africana y fiebre aftosa”, hasta la actualidad, gracias al trabajo conjunto de ganaderos y veterinarios de producción animal. Estoy muy orgulloso de ser veterinario. Tenemos una dedicación constante a la sanidad y al bienestar animal, a la seguridad alimentaria, al modelo One Health, y afrontamos el reto de acabar con el hambre en el mundo”.
A continuación, siete de los 22 nuevos colegiados recogieron su insignia y, en nombre de todos ellos, intervino Sara Vázquez para leer el juramento veterinario, mientras que su compañera Ana Zarzuelo, que ha terminado el grado en la Universidad de León, explicó a los presentes las motivaciones que le llevaron a estudiar la carrera y las perspectivas profesionales que contempla.
La clausura de la sesión corrió a cargo del concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Valladolid, Alejandro García Pellitero, quien detalló algunas actuaciones municipales en la materia, como el programa de acompañamiento de mascotas o el proyecto de crear un cementerio municipal para animales de compañía. Después tuvo lugar el almuerzo de confraternización y mañana domingo, en la iglesia de los franciscanos, se recordará de manera especial en la misa de las 12.30 a los colegiados fallecidos.