Ante la aparición de los primeros casos de Peste Porcina Africana (PPA) en nuestro país, detectados en jabalíes muertos en Cerdanyola del Vallès (Barcelona), lo que supone que España sea incluida en la lista de países con PPA por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) después de 30 años, la Organización Colegial Veterinaria (OCV) subraya “el papel esencial en la protección de la salud animal, la bioseguridad en las explotaciones porcinas y la defensa del sector ganadero”.
La Peste Porcina Africana, una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta exclusivamente a cerdos domésticos y jabalíes, representa una seria amenaza económica y sanitaria. “Aunque no supone un riesgo para la salud humana, su rápida transmisión y elevada mortalidad en animales requieren una respuesta inmediata, coordinada y profesional. En este contexto, nuestro trabajo de es fundamental para prevenir su introducción y mitigar sus efectos”, precisan los veterinarios.
La vigilancia epidemiológica, la detección temprana, la implementación de medidas de bioseguridad y la coordinación de las actuaciones sanitarias dependen del conocimiento y la capacidad técnica de los veterinarios. “Estamos a diario en las granjas, monitorizamos la salud de los animales y diseñamos, activamos y coordinamos planes sanitarios integrales con el ganadero y el resto de intervinientes, tomando decisiones técnicas sobre prevención y control de enfermedades, organizando recursos humanos y cronogramas de actuación, supervisando la aplicación correcta de tratamientos, vacunaciones y medidas de bioseguridad”, insisten desde la OCV.
Los veterinarios desempeñan un papel determinante en la coordinación con las autoridades sanitarias, laboratorios de diagnóstico y servicios oficiales. Su participación en campañas formativas y de sensibilización resulta clave para garantizar que todo el personal vinculado al sector porcino comprenda los riesgos y aplique correctamente las medidas preventivas.
La profesión veterinaria reitera la importancia de contar con un plan efectivo de control de la fauna silvestre, con especial atención al jabalí, debido al alto riesgo sanitario que supone: reservorio y vector de enfermedades como la Peste Porcina Africana, daños directos en bioseguridad de explotaciones, contaminación de zonas de alimentación y agua, y contacto accidental con ganado doméstico.