Más coordinación, refuerzo de la representación institucional y el trabajo en torno a la unión del sector, han marcado los primeros 100 días de la nueva Junta Ejecutiva Permanente de la Organización Colegial Veterinaria (OCV) desde la toma de posesión del nuevo equipo el pasado mes de septiembre. En este tiempo, se ha activado una agenda intensa de trabajo interno, interlocución política y posicionamiento institucional que ha constatado el papel del Consejo General como garante de la defensa de la profesión veterinaria y sus profesionales del que ha rendido cuentas.
Desde el inicio del mandato, la Junta Ejecutiva se ha centrado en reforzar el papel del Consejo como eje vertebrador de la OCV, impulsando diversas acciones destinadas a potenciar el papel institucional y de representación de todos los profesionales ante las administraciones, grupos parlamentarios, decisores políticos y la sociedad en su conjunto.
“Estos primeros 100 días han sido clave para sentar las bases de un camino que ya está viendo sus primeros resultados. Ha sido un trabajo intenso donde hemos desarrollado una estrategia clara y profesionalizada, con prioridades definidas y realistas, que nos acercan a conseguir los objetivos marcados por este equipo que, a su vez, son los de toda la profesión veterinaria”, señala Gonzalo Moreno, presidente de la entidad.
Uno de los primeros objetivos ha sido impulsar mejoras en la comunicación interna con herramientas de refuerzo de los servicios técnicos del Consejo a través de la elaboración de posicionamientos e informes comunes que sirvan de apoyo para toda la red colegial. Por su parte, la OCV ha continuado impulsando los canales de diálogo con los Ministerios clave y con los grupos parlamentarios, con más de una treintena de encuentros con instituciones, decisores y otras entidades situando a la profesión veterinaria en la agenda política.
Subcomisión en el Congreso
Entre los principales hitos destaca la aprobación de la Subcomisión para revisar la situación del sector veterinario en el Congreso de los Diputados, concebida como un espacio estable para abordar de forma estructurada las demandas de la profesión. Además, se ha avanzado en los trabajos técnicos y políticos para la modificación del RD 666/2023, una de las principales demandas del sector.
“Somos un interlocutor técnico fiable para las instituciones. El trabajo constante con decisores es uno de los sellos que tenemos desde la nueva junta. Nuestro objetivo es conseguir condiciones justas para nuestros veterinarios, y eso pasa por atender todos los frentes en donde nuestra profesión tiene retos”, subrayó Yasmina Domínguez Cardona, consejera de Animales de Compañía.
En el ámbito científico y técnico, se ha impulsado el desarrollo de un estudio específico sobre el uso de antimicrobianos en veterinaria, con el objetivo de reforzar la base científica de la profesión en uno de los grandes retos sanitarios globales: las resistencias antimicrobianas. Esta iniciativa, que continuará su desarrollo en 2026, permitirá disponer de datos propios, rigurosos y actualizados, situando a la veterinaria española como un actor clave dentro del enfoque One Health.
En paralelo, y como medida tangible de apoyo directo a los colegiados, la junta ha aprobado la puesta en marcha de un seguro específico frente a agresiones, una herramienta de protección real ante situaciones de acoso, amenazas o conflictos derivados del ejercicio profesional. Esta medida, que beneficiará a todos los veterinarios colegiados y que se implementará a principios de 2026, responde a una preocupación creciente del colectivo y refleja el compromiso de la Organización con la seguridad, el bienestar y la dignificación del ejercicio profesional en un contexto cada vez más complejo.
Mejora de condiciones laborales
Las condiciones laborales y la salud mental de los veterinarios es otro de los ejes prioritarios. Ante el impacto que la presión asistencial, la carga emocional y las tensiones laborales tienen sobre el colectivo, la OCV ha intensificado el diálogo con los agentes implicados en la negociación del convenio colectivo y ha mantenido encuentros específicos para situar esta problemática en el centro del debate. El objetivo es avanzar hacia una mejora sustancial de sus condiciones laborales y en soluciones estructurales que reconozcan a los veterinarios como sanitarios y garanticen su inclusión en programas de apoyo, prevención y protección, alineados con los existentes para otros colectivos sanitarios.
El balance de los primeros 100 días coincide con la activación de la hoja de ruta para 2026, un año clave en el que el Consejo continuará abordando los retos estructurales de la profesión veterinaria desde una visión integral, realista y orientada a resultados. La prioridad será consolidar los avances ya iniciados, dar continuidad a las líneas de trabajo abiertas y reforzar aquellas actuaciones que permitan obtener mejoras tangibles para los profesionales.
Desde esta perspectiva, continuará reforzando su papel como eje vertebrador de la profesión, ejerciendo un liderazgo institucional basado en la unidad, el rigor técnico y la responsabilidad. El objetivo es claro: avanzar de forma sostenida hacia una veterinaria más reconocida, más protegida y mejor integrada en las políticas públicas de salud, garantizando que la voz de los veterinarios esté presente en todos los ámbitos y especialmente donde se toman las decisiones que afectan a su ejercicio profesional y al servicio prestado a la sociedad.