El Colegio de Veterinarios de Sevilla ha editado una infografía sobre la Fiebre del Valle del Nilo Occidental (FNO), una zoonosis que se transmite entre las aves a través de la picadura de mosquitos del género Culex infectados por el virus (VFN). Aunque el 80% de los casos de infecciones en humanos son asintomáticos, las personas mayores e inmunocomprometidas son más sensibles a desarrollar la enfermedad.
Los humanos y otros mamíferos, como los équidos, pueden infectarse de forma accidental con el VFN, actuando de fondo de saco epidemiológico, lo que significa que no transmiten la enfermedad al no desarrollar la viremia suficiente como para que otros vectores (mosquitos) adquieran el virus y puedan seguir transmitiéndolo, pero pueden padecerla.
El contenido de la infografía permite conocer mejor esta enfermedad: qué es, cómo se transmite, cuáles son los signos clínicos en animales y personas, y las medidas preventivas a tener en cuenta en las zonas de riesgo y en nuestros domicilios, todas de vital importancia a la hora de garantizar la sanidad y bienestar animal, medioambiental, la seguridad alimentaria y la salud pública, acciones englobadas dentro del concepto “One Health”.
Medidas preventivas en humanos
Dentro de las medidas preventivas y recomendaciones para evitar en las personas la infección por el Virus del Nilo Occidental, en las zonas de riesgo, además de la ejecución de los planes de control de mosquitos a nivel local por parte de las autoridades competentes, es importante cumplir dentro del ámbito privado, incluidos los domicilios y rutinas personales, las siguientes medidas:
- Usar camisetas de manga larga y pantalones largos, sobre todo al amanecer y al anochecer, al ser las horas de mayor actividad de los mosquitos.
- Evitar realizar actividades y prácticas deportivas (correr, montar en bicicleta…) cerca de ríos y de agua estancada, sobre todo al amanecer y al anochecer.
- Aplicar repelentes contra insectos en la piel, cubriendo todas las partes expuestas, y evitar el contacto con la piel irritada, mucosas y ojos.
- Evitar la acumulación de agua estancada en depósitos situados en jardines y exteriores, durante más de una semana.
- Evitar guardar en nuestros hogares recipientes que puedan acumular agua y, en caso de contar con macetas, cubos o latas, vigilar y vaciar diariamente el agua estancada.
- Dormir con aire acondicionado y proteger las ventanas con mallas antimosquitos.
Vacunación de équidos y control de vectores
Debido a que tanto el VFN como la población de mosquitos de la especie Culex están ampliamente distribuidos por Europa, en cualquier momento podría aparecer un brote. Las acciones de control y vigilancia veterinaria contribuyen a reducir significativamente el riesgo de aparición y contagio de la enfermedad, conceder el máximo nivel de protección y, por tanto, disminuir el número de brotes, siendo de gran utilidad tanto en las zonas tanto de alto riesgo como en aquellas regiones en las que aún no se ha aislado el virus.
Como principales medidas de lucha, prevención y control de la Fiebre del Nilo Occidental en animales, el Colegio de Veterinarios de Sevilla resalta la importancia de la vacunación de équidos no infectados (caballos, burros, asnos o cebras), que no muestran signos de enfermedad, antes de la época de mayor proliferación de mosquitos, combinada con la identificación de los animales vacunados.
Además, la reducción de la exposición a los mosquitos vectores, a través de la implantación de programas de vigilancia activa y pasiva ejecutados por veterinarios, es fundamental a la hora de evitar la proliferación de vectores y las picaduras de los mosquitos en las horas de mayor actividad (horas cercanas al amanecer y al atardecer).
Finalmente, conviene recordar que los équidos o las personas infectadas NO contagian la enfermedad ni a otros équidos