Imagen del incendio registrado en Navalacruz, Ávila, en agosto de 2021
El Consejo de Colegios de Veterinarios de Castilla y León resalta que la ganadería extensiva es uno los elementos básicos de prevención de grandes incendios en la Península Ibérica, como se ha constatado durante siglos, y por ello se debe facilitar que las tres grandes especies de rumiantes domésticos –vacuno, ovino y caprino-, junto a équidos, aprovechen la vegetación como alimento, ya que se trata de una medida eficaz de prevención.
Ante los voraces fuegos que asolan desde hace más de una semana León, Palencia, Salamanca y Zamora, además de provincias colindantes como Asturias, Cáceres y Ourense, los veterinarios de Castilla y León lamentan que el abandono progresivo de la actividad pecuaria, agraria y forestal en numerosas comarcas de todas ellas, que viene de décadas atrás, es un factor íntimamente relacionado con la proliferación de siniestros de graves consecuencias.
Además del desastre medioambiental que conllevan los denominados incendios de sexta generación -caracterizados por su rápida propagación, enorme poder destructivo y dificultad para ser controlados-, ponen en peligro la vida de los habitantes de localidades que son desalojadas y llegan a arrasar bienes inmuebles como viviendas, naves y granjas, con pérdida de animales.
Por ello, dentro de las medidas de prevención, urge eliminar ese ingente volumen de biomasa que se genera año tras año en suelos de diferente tipología, tanto pastizales como forestales, mediante la presencia de rumiantes domésticos que consuman a diente esa vegetación, ya que la singularidad de su aparato digestivo permite su máximo aprovechamiento como forraje.
Equilibrio de los ecosistemas
De esta manera no solo se mantienen limpios terrenos ahora repletos de biomasa combustible, sino que se logra también el equilibrio de los ecosistemas, una mayor biodiversidad y la protección del paisaje. En consecuencia, se pide a las administraciones implicadas mayor apoyo al pastoreo tradicional y a la ganadería extensiva y semiextensiva, y una normativa menos restrictiva al respecto.
La emergencia nacional que vive España este verano por la voracidad de los incendios deber servir de reflexión para que, sobre la base del quehacer tradicional en nuestro medio, perfilar una relación de equilibrio con la naturaleza, alejada de la idealización y basada en la ciencia y el sentido práctico, en la que la actividad sostenible beneficie tanto a los ecosistemas como a los humanos. Una gestión racional, en definitiva.
Los fenómenos climáticos adversos cada vez más frecuentes y de mayor intensidad obligan a establecer medidas que permitan mantener un alto nivel de seguridad y bienestar al que aspira la ciudadanía, marco en el que se sitúa esta propuesta. Por último, el Consejo de Colegios de Veterinarios de Castilla y León recuerda que la actividad pecuaria fija población en el medio rural, ya que los animales necesitan atención todos los días del año, para producir alimentos como carne, leche y huevos de excelente calidad.