El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha emitido una nota informativa sobre la reaparición de la Dermatosis Nodular Contagiosa (DNC) en España, una enfermedad vírica de declaración obligatoria que afecta al ganado bovino y que, aunque aún no se ha detectado en Extremadura, debe ser tenida muy en cuenta por su potencial impacto en Badajoz. Así lo entiende el Colegio de Veterinarios de esta provincia, que subraya la importancia de la vigilancia activa.
La DNC es una enfermedad cutánea producida por un poxvirus que se transmite principalmente por insectos hematófagos como moscas, mosquitos y tábanos. Aunque su mortalidad suele ser baja, la morbilidad es elevada, lo que puede traducirse en importantes pérdidas económicas en forma de retrasos en el crecimiento, reducción de la producción láctea y afectación de la fertilidad. Además, el virus puede comprometer el valor de la piel y generar restricciones de movimiento y comercio de animales vivos.
La climatología estival de Badajoz, con temperaturas extremas y condiciones favorables para la proliferación de vectores, incrementa notablemente el riesgo de transmisión de esta enfermedad en caso de entrada en la región. El modelo de ganadería extensiva predominante en la provincia, con explotaciones de grandes dimensiones, dispersas y con menor frecuencia de manejo directo sobre el ganado, dificultaría la detección precoz, el aislamiento de animales afectados y la aplicación efectiva de medidas de control.
Elevada densidad de explotaciones y movilidad estival del ganado
A ello se suma la elevada densidad de explotaciones bovinas en algunas comarcas, la presencia de vías pecuarias y la movilidad habitual de animales durante el verano por motivos comerciales o de gestión pecuaria. Todos estos factores configuran un escenario propicio para una rápida diseminación si no se adoptan medidas preventivas y de vigilancia adecuadas.
El último estudio de la Universidad de Zaragoza, realizado en explotaciones porcinas de Aragón, demuestra la persistencia de otros patógenos con capacidad zoonósica en escenarios similares, subrayando la necesidad de reforzar la bioseguridad, la formación y el seguimiento sanitario en las granjas.
Desde el Colegio de Veterinarios se insiste en que resultan fundamentales la vigilancia activa, la colaboración entre profesionales y administración y la anticipación basada en información rigurosa. La sanidad animal no solo es un pilar para la productividad ganadera, sino también para la salud pública y la sostenibilidad del medio rural. La posible llegada de la DNC no debe afrontarse con alarma, pero sí con criterio, planificación y responsabilidad colectiva.