En los pueblos y comarcas ganaderas, las veterinarias rurales desempeñan un papel decisivo en la salud de los animales, la seguridad de los alimentos y la sostenibilidad del territorio. Con motivo del Día Internacional de la Mujer Rural, el Colegio de Veterinarios de Toledo ha puesto en valor la labor de estas profesionales, cuyo trabajo diario sostiene el bienestar de las comunidades y contribuye al desarrollo de un medio rural vivo, seguro y próspero.
Las veterinarias son la referencia técnica y sanitaria más cercana para ganaderos, agricultores y familias en muchos municipios. Su trabajo abarca desde la atención a los animales de compañía y de granja hasta la prevención de enfermedades zoonósicas, la vigilancia de la seguridad alimentaria y la protección del medio ambiente.
Su función es igualmente clave en el asesoramiento a las explotaciones ganaderas, donde ofrecen acompañamiento en materia de sanidad, bienestar animal, bioseguridad y cumplimiento normativo. Además de su aportación técnica, su labor tiene una dimensión social esencial. En un entorno en el que la población tiende a concentrarse en las ciudades, las veterinarias rurales contribuyen a mantener vivo el tejido social y económico de los pueblos, a reforzar la cohesión territorial y la igualdad de oportunidades y a aumentar la población infantil de los municipios.
Ciencia y sostenibilidad
El día a día de estas profesionales combina ciencia, sensibilidad y compromiso. Su labor va mucho más allá del cuidado de los animales: protegen la salud pública, garantizan alimentos seguros, promueven prácticas ganaderas sostenibles y velan por el equilibrio entre producción y medio ambiente.
Por ello, con motivo de esta jornada, el Colegio de Veterinarios de Toledo, además de destacar que el porcentaje de mujeres colegiadas no deja de crecer en los últimos años, reconoce el compromiso, la profesionalidad y el valor de todas las veterinarias rurales, cuya labor fortalece la vida en los pueblos y garantiza el futuro de la ganadería y la seguridad alimentaria.