La veterinaria se dirige a los presentes en el salón de plenos
“Rogamos nos apoyen para derogar el RD 666/2023 o aplicar cambios profundos para poder realizar nuestro trabajo con responsabilidad y criterio sin sanciones y con seguridad jurídica. Nuestros animales no entienden de colores políticos, son felices solo con nuestra compañía, son parte de nuestra familia y ahora les necesitamos a todos ustedes para poder seguir tratándolos correctamente”.
Con estas palabras se dirigió Esther Sánchez, veterinaria clínica de pequeños animales, al pleno del Ayuntamiento de Zaragoza que tuvo lugar el pasado 29 de mayo, para explicar la situación creada desde la aplicación del RD 666/2023, que complementa a nivel nacional el RE 6/2019 que regula la fabricación, distribución, prescripción y dispensación de medicamentos veterinarios.
“Antes de la aplicación de este RD –continuó- los veterinarios usábamos los medicamentos en base a la ficha técnica (prospecto) y si necesitábamos usarlos fuera de esa ficha técnica se hacía una receta excepcional de ese u otro medicamento siempre, bajo responsabilidad del veterinario. Ahora, el RE establece unas normas para usar esos medicamentos fuera de registro, a lo cual el 666 ha hecho una interpretación restrictiva y ha prohibido directamente, el uso de todos los medicamentos fuera de la ficha técnica. Además si los usamos fuera de esas condiciones tenemos que justificarlo detalladamente”
Dado que muchas fichas no están actualizadas, “cada día tenemos que decidir entre elegir la ciencia y usar los medicamentos que necesitamos, o usarlos según las fichas y a veces usarlos mal. Algo aún peor si lo que tenemos entre manos son antibióticos algunos de los cuales no se han actualizado en 30 años, y usarlos según las fichas y no en base a las guías de tratamiento que tenemos los veterinarios, hace que no se empleen correctamente”.
Empezar por los más sencillos
“Además, Europa hace una categorización de antibióticos en grupos de los más simples a los más complejos y hace una recomendación de usar siempre que se pueda los más sencillos pero siguiendo unas guías terapéuticas para elegir siempre el antibiótico más adecuado según el proceso a tratar y prevenir resistencias, pudiendo subir de categoría si lo necesitas. Aquí el 666 lo ha convertido en restricción, y es obligatorio empezar siempre por los más sencillos aunque no sea el mejor para el proceso que estamos tratando”, aseguró la veterinaria.
En caso de urgencia se permite instaurar el tratamiento al animal, “pero se nos exige un cultivo que no siempre es posible y teniendo que justificar el uso de esa medicación. Lo que lleva a que muchas veces, nuestros pacientes se puedan quedar sin tratamientos por miedo a la sanción. Además hoy en día, si no se dispone de laboratorio interno, el coste de ese cultivo es de entre 75 y 100 euros”.
“Por otro lado, antes se nos permitía la cesión de los medicamentos para el tratamiento de nuestros pacientes, pudiendo completar el tratamiento con la cantidad justa de medicación necesaria. Ahora solo se puede en caso de urgencia, y en Zaragoza, casi ninguna farmacia quiere dispensarlos, y te dicen que no los tiene o tardan mucho en conseguirlos. Además se tiene que recetar cajas enteras que supone sobrantes y un gasto extra”, concluyó Esther Sánchez en la sala de plenos del Consistorio.