El Consejo Andaluz de Colegios de Veterinarios ha enviado un escrito a la Junta de Andalucía en la que demanda la desgravación en el IRPF de los servicios veterinarios para la sociedad andaluza. La carta remitida a la Consejería de Economía y al Consejo Andaluz de Protección de Animales de Compañía incide en la necesidad de aplicar la misma deducción en el IRPF que ya se pone en práctica en Extremadura y Murcia.
Este cambio legal permitiría compensar, en la medida de lo posible, el gasto por servicios veterinarios que, para los contribuyentes andaluces de dicho impuesto, supone la atención y cuidado sanitario de los animales domésticos.
Recientemente, se ha publicado en el Boletín Oficial del Estado la Ley 3/2025, de 23 de julio, de Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia para el ejercicio 2025, por la cual los contribuyentes de la región podrán aplicar una deducción del 30% de las cantidades satisfechas en el período impositivo por los gastos sanitarios prestados a sus animales domésticos. La Junta de Extremadura también se encuentra en trámite legislativo para que sus ciudadanos puedan desgravarse dicho gasto en la contribución anual.
Es un hecho obvio el aumento del número de animales en los hogares españoles en los últimos años. Esta tendencia se ha visto reflejada en nuestra sociedad, entre otros aspectos, con la entrada en vigor de la Ley 7/2023, de 28 de marzo, de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales.
Cuidados sanitarios
Consecuencia de ello, se han incrementado los requisitos de tenencia de animales domésticos y, especialmente, los de índole sanitario, ya que los animales, por mucho que se cuide su higiene, son portadores de una gran cantidad de microorganismos que, en muchos casos pueden transmitirse al ser humano y provocar infecciones y enfermedades. De ahí que el cuidado sanitario sea de vital importancia, junto a su adecuada socialización.
Para cumplir con esta necesidad, hay que tener en cuenta que la dispensación de estos cuidados sanitarios supone un importante gasto económico para sus propietarios, acrecentado desde hace años por la aplicación del tipo general de IVA del 21 % a los servicios veterinarios destinados a animales domésticos.