El Colegio de Veterinarios de Badajoz ha manifestado su oposición a los cambios introducidos en el decreto que regula la vigilancia y el control de la rabia en la región, que fueron aprobados ayer por la Junta de Extremadura en consejo de gobierno. La decisión de eliminar la revacunación anual obligatoria contra esta zoonosis ha generado el rechazo frontal de la profesión veterinaria, por los riesgos que supone.
“Consideramos que esta medida supone un retroceso grave en la lucha frente a una de las zoonosis más extendidas por el planeta, y por ello defendemos la vacunación anual como la barrera más efectiva para proteger tanta la salud animal como la humana”, señala el presidente colegial, José Marín Sánchez Murillo, quien también afirma que “difícilmente una vacuna inactivada ofrece más de seis meses o un año de inmunidad»”.
Al respecto, conviene precisar que la duración del efecto de una vacuna varía mucho en función de la salud del animal y de las condiciones físicas de cada perro, como la edad, el tamaño, el estado parasitario o la alimentación recibida.
En opinión de Sánchez Murillo, eliminar la obligación de revacunar a los canes cada año va detrimento del control de la enfermedad, “porque los propietarios estaban acostumbrados a vacunar cada año a su perro, y ahora veremos si se van a acordar de cuándo fue la última vez que lo inmunizaron y cuándo les toca, ya que los cambios aprobados producen confusión”. Por último, recuerda que la tasa inmunitaria alcanzada en la comunidad autónoma es “estupenda”, pero ante el nuevo escenario “puede haber picos y estaremos más desprotegidos”.